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Extremo hermoso

Robe se libera de corsés y etiquetas para grabar un álbum con ropaje folk y versos tiernos

Extremoduro ha sido, todavía es, el gran fenómeno del rock español en lo que va de siglo. Sin promoción, sin apenas presencia en medios, con pocas giras muy medidas, solo con el boca a boca de sus fieles, sus discos se colocan una y otra vez como aplastantes números uno. Lo que empezó en 1987 como una banda de rock urbano, guitarras afiladas y letras tan ingeniosas como canallas se ha ido refinando, avanzando en ambición instrumental y en cuidado de los textos. Ahora Robe Iniesta, su cantante y compositor, emprende un disco en solitario. Desde el primer corte —la delicada ‘Un suspiro acompasado’, de nueve minutos— se entiende por qué se establece por libre: porque ahora sus versos se arropan de violines, clarinete, saxo, acordeón o piano, sonidos que le han aportado músicos de su tierra extremeña. Las canciones tienen su sello personal, pero se envuelven en el folk, con guiños latinos, flamencos, árabes y hasta zíngaros. La evolución de lo suburbial a lo bucólico no sorprende tanto, pues sigue la línea iniciada en La ley innata (2008), con su ‘Dulce introducción al caos’, su álbum de madurez, y continuada en Material defectuoso (2011).

Liberado de corsés y etiquetas, sin la producción y el guitarreo de Iñaki Antón, Robe da rienda suelta al romanticismo y apuesta por arreglos orquestales ante los que algunos de los suyos arrugan la nariz. Su poesía es igual de directa y eficaz sin un erotismo tan explícito. Ahora canta desde el desgarro del enamorado. “Comencé por dejar la puerta abierta siempre / para ver si llega hasta aquí tu aire caliente. / Respirarlo y que me cuente / tus noticias más urgentes”.

¿Es esto Extremoblando, como lo llaman los críticos? De blando nada. Pero sí hay ternura dentro de este aparente tipo duro. El álbum (breve: 8 temas, 42 minutos) contiene pasajes bellos: la apertura, ‘Nana cruel’o la redonda ‘Guerrero’. Funciona algo peor una pieza más facilona —‘Por ser un pervertido’— y, por el contrario, brilla una recuperada: ‘Contra todos’, que cantaba con Extremoduro, ahora con aires mestizos. El conjunto es sólido y honesto. Hermoso. Y Robe tiene el crédito acumulado para que se le permita explorar este camino.

Fuente: Babelia. El País.

Roberto Iniesta presenta ‘Lo que aletea en nuestras cabezas’

Roberto Iniesta lanza nuevo proyecto: «Tenía ganas de hacer algo diferente y que me sorprendiera»

· El líder de Extremoduro presenta Lo que aletea en nuestras cabezas.
· Aclara que no se trata «de un billete sin retorno a ningún sitio».
· «A Extremoduro hay que darle un descanso ahora», dice el cantante.

«Quería hacer algo diferente, algo que me sorprendiera a mí. Yo necesito sorprenderme para sorprender luego a la gente. Primero me tengo ilusionar yo». Así habla Roberto Iniesta, líder de Extremoduro, de su nuevo proyecto musical, publicado bajo el título de Lo que aletea sobre nuestras cabezas y en el que se acompaña de varios jóvenes músicos extremeños, que nada más salir a la venta este martes se colocó como número 1 en ventas digitales en España.

«No es que no tuviera ganas de hacerlo con Extremoduro, pero las ganas es lo más importante que hay en la vida, es una cosa que hay que cuidar mucho. Y sorprenderte, hacer cosas nuevas, es hacer que te entren ganas de hacer cosas», ha abundado el músico extremeño de 53 años en una multitudinaria rueda de prensa de presentación en Madrid.

Muy distendido y sin parar de bromear pese a ser poco amigo de la prensa, ha aclarado que no se trata de su «primer disco en solitario», sino de un proyecto distinto más, como lo fueron Pedrá o Extrechinato y tú, más de local de ensayo y que ha firmado con su nombre «porque al final iba a ser el grupo de Robe». Su primer cometido al hacerlo: «Pasármelo bien yo, y los que estén conmigo».

Robe ha puntualizado que esto «no es billete sin retorno a ningún sitio», aunque ha reconocido está «más cerca» un segundo disco con este nuevo proyecto musical que con su grupo de toda la vida. «A Extremoduro hay que darle un descanso ahora», ha dicho el cantante placentino, que ha recordado que desde 2008 el grupo «no ha dejado de currar» y cree que las giras de Extremoduro deberían hacerse cada 3 ó 4 años.

Experimentaciones varias

Con ese único objetivo de pasarlo bien con este nuevo proyecto musical se juntaron en el verano de 2013, Roberto Iniesta pensó a continuación que, si salía bien, grabaría el disco, y «si era una mierda», pues no se grabaría. Aunque también pensó: «Si es una mierda y me apetece grabarlo, lo grabo. Llevo ya muchos discos hechos en mi vida muy buenos y me puedo permitir el lujo de hacer una chapuza», ha explicado.

El cantante extremeño, que adelanta que no habrá gira de este disco porque «no tiene sentido», reconoce que mucha gente se acercará a Lo que aletea en nuestras cabezas porque es un disco suyo -al igual que ocurrió con su única novela, El viaje íntimo de la locura-, pero cree que la gente que al final lo compre lo hará porque le guste, teniendo en cuenta la piratería. «El disco es bueno (…). A mí me gusta mucho y creo que va a gustar y habrá gente de Extremoduro a la que guste más o menos y otra a la que no le guste, pero me da igual», afirma con total sinceridad.

También fue un «experimento científico-artístico» la forma en que adelantaron el primer tema del disco, «Ruptura leve», sin decir que era el nuevo trabajo de Roberto Iniesta: «Nos dimos cuenta de que era mucho más fácil de lo que parecía engañar a la gente; y nos hemos reído lo más grande», confiesa el cantante extremeño, que añade que les ha servido para sacar la conclusión de que «vivimos en los tiempos de la desinformación».

Y otra de sus críticas al mundo actual, el «exceso» de imitadores: «Hay un exceso grande de imitación en todo, en la música, en el cine, en la televisión… y eso es un problema de educación», cree el músico, que propone que en los colegios se diese una asignatura «llamada creación, por supuesto sin libros».

Sin ideas preconcebidas

La originalidad, por supuesto es la suya: Lo que aletea en nuestras cabezas (Dromedario Records) se compone de ocho temas grabados con una amplia variedad instrumental, instrumentos que fueron incluyendo sin ninguna idea preconcebida y a los que fueron «acoplando» las canciones. Junto a Robe (canciones, voz y guitarra) están Carlitos Pérez (violín, bajo y voces), David Lerman (bajo, saxo, clarinete y voces), Alber Fuentes (batería y voces), Lorenzo González (voces) y Álvaro Rodríguez Barrroso (piano, teclados y acordeón).

Las letras vuelven a ser la pura poesía urbana a la que Robe nos tiene acostumbrados, quizás con un poco menos de rudeza, unas letras que confiesa que compone siempre «con el corazón, no con la cabeza».

Fuente: ‘RTVE’