Decenas de miles de personas, en su mayor parte relacionadas con el sector de la Cultura (artistas, promotores de espectáculos, técnicos, personal de salas de conciertos) secundaron ayer jueves las movilizaciones promovidas a nivel estatal por Alerta Roja, tomando las calles de 28 ciudades españolas con los objetivos  de dejarse oír, visibilizar su existencia y demandar al Gobierno medidas urgentes en aras de su supervivencia, tras  seis meses de  sentirse totalmente ninguneados. 

Siendo esto así, conviene recordar que medio año después de que, a una con la declaración en marzo del Estado de Alarma, la Industria cultural se viese abocada a detener su actividad, a día de hoy aún no la ha podido retomar, sintiéndonos cuantos formamos parte de ella  abandonados a nuestra suerte y en estado de total desprotección: y ello pese a haber cumplido a raja tabla las actuales normativas sanitarias en cuantos espectáculos se han podido llegar a celebrar, sin que se haya producido ni un solo contagio ni brote de Covid en los mismos.

Precedidas por espectaculares hileras de centenares de personas  empujando flighcases, las marchas, con el sonido del rodar de sus ruedas como banda sonora, discurrieron por las principales calles y avenidas de las diferentes ciudades, y lo hicieron aunando colorido y reivindicación, cumpliendo en todo momento con el pertinente distanciamiento social.

En lo referido a Pamplona, la marcha se convocó en la céntrica plaza de Baluarte, partiendo de allí a las 20:30. La misma, integrada por cerca de 2000 personas, discurrió por la avda de la Baja Navarra, plaza de Merindades, Carlos III y plaza del Castillo, antes de desembocar en el paseo de Sarasate, donde se dio por concluida tras la lectura de un comunicado. 

Llegados a este punto, he aquí tras lo vivido ayer nuestra esperanza y deseo: que las Autoridades pertinentes no hagan oídos sordos a lo visto en ayer en nuestras calles; que nuestras reivindicaciones no caigan en saco roto.

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